Epílogo del libro » El Tejo y el Teixadal de Casaio» escrito por Don Eduardo Olano Gurriarán y editado por la Diputación de Orense en 2004.

- Es de todo punto esencial el concienciar a la ciudadanía de que el Teixadal de Casaio es para todos en general y para la ciencia en particular un auténtico tesoro a conservar por encima de cualquier contingencia. Es además un fruto elaborado por el paso de miles de años y por ello imposible de crear en periodos de tiempo imaginables. Su pérdida sería irreparable.
- Para su conservación es imprescindible no alterar en absoluto cuanto se encierra en el Teixadal y en un entorno de considerable extensión. Las explotaciones pizarreras no pueden tener la posibilidad de seguir avanzando hacia ese entorno. Hay que garantizar la total compatibilidad de la industria pizarrera con la preservación de una joya natural de primera magnitud a nivel mundial. El acuerdo con las partes implicadas, propietarios del monte y empresas extractoras de la pizarra, es necesario y alcanzable.
- Es de justicia mostrar el Teixadal, no hay que ocultarlo. Por ello es preciso un control total y rígido de las visitas, única solución para que se lleven a cabo de la forma más didáctica, racional y acorde con la materia que en ellas se va a contemplar. En el ámbito de la educación ambiental, tan reconocida hoy en día como fundamental, el Teixadal es sin la menor duda el Aula Magna de la Naturaleza.
- El acceso al Teixadal habrá de ser único y controlable. Los medios de transporte mecánico, tal y como hoy ocurre, deberán quedar aparcados a una cierta distancia del bosque de tejos y así el último tramo, media hora de sendero, deberá conservarse como trayecto de a pie. No debemos permitir que la pista de aproximación, en estado de grave deterioro progresivo, se pierda para siempre.En el interior del bosque la única actuación que proponemos es la de trazar algún elemental sendero y la colocación de determinados pequeños letreros indicativos, acordes con el entorno, que faciliten la comprensión de las riquezas naturales que allí tienen lugar y subrayen la vital importancia de los mismos para que nadie, sin querer o por no saber, deteriore los tesoros existentes.
- Exhortamos a la Administración para que estudie el porqué de la falta de germinación de las abundantes semillas que aparecen sobre el suelo del Teixadal y así pueda llegar a establecer alguna medida para solventar este problema y cualquier otro en aras de favorecer el proceso de progresión de este rodal de tejos que hoy se encuentra en franca regresión. Cuando existía el Servicio Nacional de Semillas, el Teixadal le suministraba anualmente el material necesario para sus cometidos. Quiere esto decir que mientras en toda España existirán muchos tejos hijos de los del Teixadal, este bosquete disminuyó el número de sus ejemplares.
- Es importante que empecemos a sentirnos orgullosos de lo que tenemos y entre todos colaboremos a su conservación y mejora. No pensemos en lo que no se hizo porque es estéril el lamento y de ello muchos seremos culpables. Personalmente empiezo a acallar mi conciencia en este momento en el que concluyo este trabajo pero mi colaboración, de ser precisa, queda ofrecida incondicionalmente”
Gracias a este libro fuimos conscientes del valor de este bosque, de la necesidad de hacer todo lo posible para preservarlo y a la vez darlo a conocer.