Excursión a Foio Castaño

Después de esperar todo el invierno para volver a Foio Castaño ¡por fín llegó el día!

Salimos temprano de O Barco. Subimos hasta Casaio a recoger a uno de los nuestros y seguimos hacia Chao da Veiga. Atravesamos las canteras de Rozadais con mucho cuidado porque los dúmperes y palas están en plena jornada laboral y llegamos al punto de partida de nuestra ruta situado en al lado del cartel que aparece en la foto. Dejamos el coche, nos echamos protector solar, regulamos los bastones y  comenzamos la caminata.

salida en minas de valvorras
Lo primero que vemos son los restos de los lavaderos de las Minas de volframio de Valborraz

lavaderos minas de wolfran de valvorraz casaio  No contábamos con que el arroyo que llega de la mina llevara tanta agua y para cruzarlo tenemos que colocar un par de piedras en el cauce. En un par de saltos y alguna mojadura estamos todos camino de Foio Castaño.arroyo valvorrazVamos ascendiendo poco a poco por la ladera norte de As Chas y en pocos metros empezamos a ver picos nevados.subida al paso del seixo
En poco más de media hora hemos llegado al paso do Seixo y ahí hacemos un pequeño descanso para admirar el paisaje y comentar nuestras primeras impresiones sobre la excursión.
Paso del SeixoSiguiendo la pista llegamos al cruce que la divide en dos caminos: el del Teixadal y el de la Ermita de San Gil. Tomamos éste último.Cruce teixadal san gil foio
Continuamos la bajada que iniciamos en el paso de O Seixo y que acabará en el Rio San Xil, cuyo valle iremos contemplando durante todo el trayecto.
Bajada a Foio CastañoLa vegetación en está epoca del año muestra su mayor esplendor al estar en flor la mayoria de las especies que nos vamos encontrando: brezo blanco y rosado ccolocando, carqueixa, escoba amarilla y alguna blanca, lechetrezna, gamón, carpaza…Cruzamos un bosque de robles (rebolos) todavía sin hoja y seguimos bajando.Bosque de rebolo camino de foio castaño
Llegamos a Sacedo donde vemos las ruinas de las chozas utilizadas por los pastores que subían el ganado a los pastos más altos durante el verano.

El camino que seguíamos se desdibuja entre la vegetación pero nuestro guía sabe dirigirnos hacía la profundidad de los valles que queremos visitar.

El paisaje nos conmueve. Cada vez vemos más de cerca los pliegles y afloramientos pizarrosos de As Morteiras, las cascadas del arroyo Veloso, y las multiples regatos que aparecen como consecuencia de las abundantes lluvias de este invierno.
cascada camino de foio castaño
Al andentrarnos en la profundidad del valle del rio San Xil la presencia del río se hace más patente, sus aguas discurren con estrépito por la pizarras y cuarcitas del lecho y sin querer nos quedamos callados escuchando los sonidos del agua.
Rio San Gil
Desde el camino, al otro lado del río, vemos una construcción que corresponde a los restos de una minicentral eléctrica que suministraba energía a una antigua explotación de hierro en el lugar de Castro Veloso. Seguimos boquiabiertos por la belleza del entorno
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Pena Negra se yergue sobre nosotros y el río está cada vez más cerca. Nos quedamos asombrados por el porte lo robles cubiertos de musgos que aparecen a ambos lados del camino llenando de magía y misterio el paisaje.
Nuestro destino está cada vez más cerca, pero cruzar el río es misión imposible.
Excursión foio Castaño
El tronco que sirvió hace unos años para cruzar a Foio Castaño ha sido desplazado por la corriente y nos obliga a detenernos en ese punto. En verano, cuando disminuya el caudal, podremos pasar al otro lado y subir por el arroyo Castaño hasta los campos de genciana y enebro enano.
foio castaño

Hacemos la parada para comer, disfrutar del frescor y sonido de la corriente y beber un agua pura y muy sabrosa. La corriente baja con toda la fuerza y en las orillas vemos serbales, acebos, avellanos, abedules. Sus tiernas hojas nos indican que acaban de nacer y, con toda probabilidad, cuando volvamos en verano proyectarán una buena sombra.Rio San Gil Peña TrevincaDespués del merecido descanso volvemos sobre nuestros pasos y en poco más de dos horas llegamos al punto de partida. Nuestra excursión acaba en Casaio en el bar de Manuel «El Teixadal», que con solo vernos llegar ya trae unas Estrellas y un buen cuenco de cacahuetes para reponer fuerzas

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